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reflexion 4
reflexiones:
El autor como productor fue leído por Walter Benjamin en el Instituto para el Estudio del Fascismo, fundado en París por los alemanes, que huyendo del nacional socialismo alemán abandonaron su país.
En este texto se propone en primer lugar ganar a los intelectuales para la clase obrera, haciendo que tomen conciencia de la identidad de su quehacer espiritual y de su condición de productores.
Se nos recuerda que los poetas, caracterizados por su autonomía y libertad en el proceso de creación, fueron desterrados del modelo de estado de Platón, por considerar la poesía superflua y nociva dentro de la comunidad perfecta que planteaba. Tras esto, el autor hace una distinción entre el escritor burgués, que sin admitirlo trabaja para determinados intereses de clase y otro escritor más progresista, el cual se sitúa al lado del proletariado poniendo así fin a su autonomía, siendo de utilidad en la lucha de clases, y por tanto sigue una tendencia.
A continuación, al concepto de tendencia le sigue el de calidad. Para que una obra tenga valor debe seguir la tendencia correcta así podrá ser considerada una obra de calidad, es decir que lo que determina el valor de una obra es la relación que se establece entre tendencia y calidad. La tendencia política correcta de una obra incluye su calidad literaria, porque incluye su tendencia literaria. La tendencia literaria supone un progreso o un retroceso dependiendo de la técnica usada en su producción. Además para que una obra sea útil (“operativa”) ha de insertarse en el interior del contexto social de la actualidad, en el contexto social viviente. Por tanto debe exigirse a los productores que creen sus obras atendiendo a la situación política del momento y a la izquierda naciente.
Volviendo a los escritores, estos pueden ser informantes u operantes. Aquellos considerados informantes son los que se limitan a dar una información, se podría decir que desempeñan un papel de espectador de los acontecimientos. En cambio, el escritor operante es el que tiene una misión: luchar, interviene y toma partido activamente, cuando escribe aporta algo nuevo, este escritor pasa a ser un productor de información, con una tendencia y calidad propias. El autor como productor debe llegar a la prensa, al periódico, medio en que se está planteando una confusión literaria donde empiezan a desaparecer las distinciones entre lector y público, el lector convertido en un escritor, por su implicación en el proceso de creación literaria del periódico mediante sus aportaciones. Pero el periódico pertenece al capital de modo que el escritor queda condicionado por lo social y deberá de hacer frente a numerosas dificultades para llegar a ser un autor productor, ya que de lo contrario la función de su obra será contrarrevolucionaria y no favorecerá a la nueva tendencia creciente del sistema.
El activismo tiene que reemplazar la dialéctica materialista por el sentido común. El intelectual debe ocupar el lugar que le corresponde dentro de la lucha de clases, y este lugar está dentro del proceso de producción. De este modo Benjamin propone: en lugar de una renovación espiritual (como promulgaba el nacional socialismo), una innovación en las técnicas que aleje a los individuos del nacional socialismo.
El autor tendrá que vencer las oposiciones que atrofian la producción de los intelectuales para conseguir el el progreso técnico, base para su progreso político, así superando los ámbitos de competencia en el proceso de producción intelectual convierten en políticamente eficaz una producción.
Walter Benjamin se opone a las barreras de especialización, levantadas con el fin de separar las fuerzas productivas. El autor como productor experimenta la solidaridad con el proletariado y esto le lleva a solidarizarse con otros productores que antes apenas le interesaban. La tarea más vigente del escritor de hoy es reconocer su pobreza para comenzar desde el principio. El estado soviético no desterrará a los poetas como hizo Platón, pero sí les asignará tareas que no permitirán al poeta desplegar la riqueza de su personalidad creativa.
La tendencia política es una condición necesaria de la función organizadora de una obra, esta tendencia requiere una postura orientadora e instructiva por parte del escritor. El autor debe enseñar a los escritores a seguir el modelo de producción que guíe a otros productores en el proceso de producción y ponga a su disposición un aparato mejorado. Este aparato será mejor cuantos más consumidores convierta en productores, es decir que tomando como ejemplo el medio de la prensa, cuantos más lectores sea capaz de transformar en colaboradores.
En conclusión, se exige al escritor que piense y reflexione acerca de su posición en el proceso de producción para tratar de evitar la tendencia a ser hombre de espíritu y en su lugar, convertirse en productor revolucionario de su tiempo.
reflexión 3:
"El autor como productor "
de Walter Benjamin.
textos desarrollados en el primer parcial
referentes artisticos: